sábado, 26 de noviembre de 2011

Filosofía, Siempre Útil.




La confianza y la seguridad en uno mismo se va adquiriendo cada dia, y tiene que ser encontrada por uno mismo en su interior ya que si no se hace de esta manera el individuo no se trasforma en persona y no podria ser feliz. Si el ser humano herrara en su intento de buscar la felicidad buscandola en otra persona solamente deberia desacerse de esos sentimientos que le aferran a ella, pero sin sentimientos y, sobre todo sin amor, no somos nadie. El individuo se compone basicamente de dos partes una personal y otra colectiva. En la personal el ser humano tiene que llegar a la outodeterminacion de ente como persona para poder realizar la segunda funcion humana: la parte colectiva se compone del individuo totalmente formado y la gente que le rodea además de sus sentimientos que unen estas dos partes. Sin sentimientos el ser humano se encuentra perdido en un mundo circunstancial en que no se puede encontrar sentido por eso: Yo soy yo y mis circunstancia, y si no las salvo no me salvo a mi.
Ortega y Gasset



El vestido Rojo.



Corría. Corría por pasillos o túneles infinitos. Siempre por estrechos espacios cerrados. Claustrofobia era su palabra favorita. Corría hasta que despertaba empapado en sudor, con las sábanas en el suelo, el corazón desbocado y la garganta seca ante el desmesurado peso del día que estaba a punto de comenzar.

Nunca entendió bien el sueño, nunca le dio mucha importancia a pesar de que condicionaba toda la jornada. También es verdad que su vida y el sueño se parecía un poco.

Salía de su casa con el desayuno en la garganta. Siempre desayunaba igual. Desde que tenía doce años mojaba en leche fría sus galletas. Bajaba las escaleras a toda velocidad e iba al trabajo sin levantar la vista del suelo, igual que años antes fue a la universidad.

No hablaba, no salía tomar café, no tenía ni tuvo nunca amigos en la oficina. 'Buenos días', todo lo más mirando las manchas de una moqueta. Aparte de esas distracciones, obligadas por la incómoda presencia de los compañeros, la vista siempre estaba en el ordenador.

Ocho horas al día. Cinco días a la semana.

En los peridos de vacaciones apenas sabía qué hacer. Alguno días, sobre todo los fines de semana para no propiciar engorrosos encuentros, hacía varias veces el camino de ida y vuelta al trabajo. Siempre mirando al suelo. Contaba los pasos. Daba entre tres mil doscientos y tres mil doscientos quince. Tenía apuntados todos los pasos dados en los últimos veinte años. A la escuela, a la universidad, al primer trabajo. Al trabajo de ahora.



Aquel día hubo algunas cosas raras. Dio más pasos de los normales. No miró la moqueta. Posiblemente por primera vez desde que llegó a esa oficina, desvió la vista de la pantalla. No tiene certeza de lo que vio, pero supo que era rojo. Notó casi un calambre.

Más rara fue la vuelta a casa. Se sentó en un banco de la calle, en un parque. No sabe exactamente por qué lo hizo.

Lo hizo.

Pasó por allí unos minutos, calculó que el tiempo de dar unos seiscientos veinte pasos.

El parque estaba verde. Había flores, gente, animales... Le entraba toda por los ojos y no tenía ni idea de lo que sentía. Hacía mucho que no sentía nada especial. Se levantó y fue a casa. Miró casi siempre al suelo. Algunas veces alzó la mirada.

Aquella misma noche volvió a soñar que corría. Pero los pasillos eran más cortos, más anchos. Llegó a la oficina, saludó con la cabeza alta. Miró a los ojos de una compañera, iba vestida de rojo. Ella le invitó a un café. Él prefirió tomar una leche manchada. Sonrieron. Primero ella y luego él. Volvió a sentarse en el parque. Al rato vino ella. Habían quedado.

Siguió soñando, pero ahora corría por prados, por amplias avenidas. Al poco tiempo aminoró la velocidad de sus sueños, solamente paseaba. A veces lo hacía de la mano de una chica con un vestido rojo. Meses después se acabaron los sueños, el llanto de un niño los interrumpía con frecuencia. Unas veces se levantaba él a consolarlo. Otras ella, con su bonito camisón rojo.

Es muy sencillo.

Para mi es muy sencillo,
la vida debería vivirse al límite,
no hay que someterse a ninguna norma,
ni dejarse influenciar por lo que lo otros puedan decir o pensar sobre ti,
hay que ver cada momento,
cada idea,
cada día como un verdadero reto y,
entonces solo así una logrará vivir la vida en la cuerda floja.

Otra vez esa sensación...



El tiempo todo lo quema,
El tiempo todo lo olvida
Pero es un enemigo,
cuando te atrapa en su bucle.


Bucle de monotonía
Bucle de pensamiento
La duda te acoge
en sus encandiladores brazos.


Brazos de celos,
brazos de indiferencia
Pero el miedo te atrapa
y no te deja escapar


Escapar de la monotonía
Escapar de lo definitivo
Impidiendo tomar aires nuevos
Y el aire fresco que añoras.


Lo necesitas, lo suplicas,
Pero te sientes atrapada....

Clave de sol, Clave de fa...



Aqui estas, una vez mas... tanto tiempo sin verte... sin hablarte....
sabia q volverias... sabias que volveria...
solo eso sabiamos...
recuerdo haberte alejado, recuerdo que supuestamente te olvide... muchas veces...
creiste haberme reemplazado.... muchas veces...
basto verte un dia... y sentir como volvia en el tiempo...
y se que sentiste lo mismo....
basto hablart d nuevo, para darme cuenta de algo que nunca dire....
algo que quiza tu nunca digas...
y se que sentiste lo mismo.... porque eso eres... clave de sol....
esas palabras que nunca sere capaz de publicar, por miedo a que todo termine ahi...
en el mismo instante q las diga..
se que son las mismas que tu guardas por los mismos motivos....
por que eso soy... clave de fa....
nuestros caminos llevan la misma direccion...
somos almas paralelas....
pero nunca sabemos si se cruzaran de nuevo...
las veces que se han cruzado, ha sido momentaneo... pero nunca permanente....
si se llegaran a cruzar... como sabremos si sera permanente?...
solo sabemos que no podemos dejar de cruzarnos...
porq en algun momento me haras falta... o mucha falta....
porq en ese mismo momento, te sentiras incompleto....
pero, como saber que podremos compartir esas dudas....
cruzar esas palabras... y terminar la cancion...
no lo se.... pero si sucede, me gustaria q te qdaras, clave de sol...
porq eso eres... mi clave de sol... y yo tu clave de fa....
y si no estamos conectados... solo somos una melodia incompleta...